Los Andes (Argentina)
Miembros de la fundación Defensa Vegana son parte de un proyecto en Luján que busca mejorar la situación laboral de los recuperadores urbanos o cartoneros. Les presentaron la idea y gestionan fondos para la reconversión del medio de movilidad.
Varias familias del centro de Luján se dedican a esa tarea.(Diego Parés)
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• Las claves
Carla Romanello – cromanello@losandes.com.ar
A las ocho de la mañana, Soledad comienza el recorrido por los comercios del centro de Luján procurando recolectar los residuos que sus dueños no utilizan. En su carro junta cartones, diarios, papeles, botellas de plástico y vidrio que acopia en su casa por un mes y luego vende en las chacaritas. A sus 23 años, este trabajo le permite alimentar a su pequeño hijo de 3 y tener tiempo libre para él, ya que finaliza su labor alrededor de las 14.
Como ella, son 25 los núcleos familiares del centro de ese departamento que se dedican a esta tarea que muchas veces se realiza en condiciones insalubres.
Para cambiar esta situación, un grupo de militantes de la fundación Defensa Vegana puso «manos a la obra» y se entrevistó con cada uno de los recuperadores urbanos (así los llaman en vez de cartoneros) de la zona para conocer sus necesidades y poder implementar un sistema que dignifique su trabajo.
«En principio nuestra idea como organización que defiende los derechos de los animales era abolir la utilización de caballos para juntar cartón, pero nos dimos cuenta de que prohibiendo la tracción a sangre no íbamos a lograr nada, sino que teníamos que tratar más profundamente la problemática de los recuperadores urbanos», explicó Leandro Fruitos, presidente de la fundación Defensa Vegana.
Para ello comenzaron a forjar un proyecto que aspira a complementar la Ordenanza Municipal Nº 10.369 que hace referencia a la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos.
«Uno de los puntos que planteamos es la sustitución de los caballos por bicimotos-carros que tienen capacidad similar a la de las carretelas y su rendimiento es diez veces mayor que el animal», destacó el titular de la organización.
«Esto será muy beneficioso para ellos ya que les permitirá recorrer mayor espacio en menor tiempo y recolectar mayor cantidad de material», añadió.
Pero lejos de imponer este cambio, los miembros de Defensa Vegana charlaron personalmente con cada uno de los afectados y les dieron a conocer la propuesta.
«No va a ser fácil porque la gente se resiste al cambio, pero finalmente se van a terminar dando cuenta de que es mucho mejor», expresó Fruitos.
Cabe recordar que hace unos años, Godoy Cruz subsidió a los cartoneros para que gran parte de ellos reconvirtiera su actividad. La iniciativa ha tenido éxito en varios casos. Estas bicimotos-carros tienen un valor aproximado de 2.500 pesos y, según los planes de la fundación, serían financiados por subsidios estatales o por los propios comerciantes del departamento.
«Una forma para que puedan afrontar el gasto es obtener financiación de los comercios. De esta manera podrían ir pagando el nuevo medio de transporte con cuotas de acuerdo a lo que ganan diariamente (entre $ 30 y $ 40). Por otro lado los dueños de los comercios tendrían la posibilidad de colocar publicidad en los carros», detalló el joven.
Más ventajas para el sector
Otros puntos del proyecto de Defensa Vegana para mejorar la situación de los recuperadores urbanos tienen que ver con lograr una organización tal que les permita dividirse las zonas de trabajo, optimizar la venta de sus productos y mejorar sus condiciones sanitarias. «Otro aspecto importante es que el vecino los vea como verdaderos trabajadores, que los sienta amigos de la comunidad y los respete como tal», subrayó Fruitos. Dentro de una segunda etapa de la iniciativa estaría la idea de concientizar a los habitantes del lugar para que separen los residuos en origen.
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