El Tiempo de Venezuela – Venezuela
Un mes y 12 días antes de cumplir 50 primaveras dejó de existir el jinete que acumula las más extraordinarias cifras en las pistas venezolanas. Tovar fue, en 1985, el primer ganador de la Triple Corona de machos, además logró la de yeguas en 1978 y 1980
CARLOS CARREÑO / COLABORACIÓN: PEDRO OPACIC
PUERTO LA CRUZ.- El 12 de abril del año 2.000 es una fecha difícil de olvidar para el mundo de la hípica en Venezuela.
Ese día se produjo la trágica desaparición física de quien es considerado por muchos el mejor jockey de la historia nacional.
Tovar, nacido el 24 de mayo de 1950 en Caracas, es recordado por su calidad humana, pero sobretodo por las cifras que dejó en una extensa carrera de jinete de 23 años.
Debutó en el hipódromo de La Rinconada el 2 de marzo de 1974 y su primer triunfo se produjo exactamente dos meses después, el 2 de mayo, cuando llevó las riendas de Saroa.
Su hazaña de ganar 16 estadísticas (liderato de triunfos entre los jinetes) de manera consecutiva, lo que constituye un récord mundial aún vigente, las 2.492 victorias en 9.854 actuaciones (una efectividad del 26%) y los tres lauros internacionales obtenidos en una sola jornada, en 1.990, son apenas algunos de los logros de “El Negro” Tovar.
“Hablar de Juan Vicente Tovar es resumir en un solo ser todas las cualidades que lo llevaron al sitial que ocupa hoy en el corazón de los hípicos del país y más allá de sus fronteras”, afirma Pedro Opacic, pronosticador y analista de carreras de caballos.
De sus casi 2.500 triunfos, 1.950 se produjeron en las temporadas en las que lideró a los ganadores.
Fechas para el recuerdo
El año 1.982 será recordado por las 151 victorias, su máxima cifra en una campaña.
Tras ganar en 1.977 su primer “Casquillo de Oro”, premio que se otorga a los ganadores de las estadísticas, Tovar ganó en par de ocasiones la Triple Corona para yeguas: la primera vez en 1.978 y la segunda en 1.980.
En 1.985 se convirtió en el primer jockey triplecoronado en la versión de machos en el país, al concretar la hazaña sobre Iraquí.
Su mayor logró en las pistas fue los tres triunfos que logró el 2 de diciembre de 1.990 en la Serie del Caribe en el hipódromo de Santa Rita, al ganar el Clásico Confraternidad tanto de machos como de yeguas, además del Clásico del Caribe.
Un camino lleno de tropiezos superados
Tal como le ha sucedido a muchas estrellas del deporte, los tropiezos iniciales no han sido motivo para bajar los brazos y rendirse.
A su ingreso a la escuela de jinetes dirigida por don Luis Monasterios, en el primer lustro de la década de los 70, Juan Vicente Tovar, entonces con más de 20 años de edad -un inicio considerado tardío en el mundo hípico- estuvo en una situación comprometida, pues con 29 aprendices inscritos y una disponibilidad de sólo 28 cupos enfrentó el rechazo, al ser descartado. Pero la intervención de algunos amigos sirvió para convencer a Monasterios de que el joven tenía condiciones, lo que Tovar no desaprovechó.
Un año después, en 1.975, poco después de ganar su primer Clásico sobre el ejemplar Arañazo sufrió un accidente en los entrenamientos matutinos con el caballo Sapuare, que dejó severas lesiones en una de sus piernas.
Pese a que pocos apostaron en favor de su recuperación, ésta se produjo en apenas cuatro meses lo que le permitió reaparecer en 1.976, cuando finalizó en el segundo lugar de la estadística, detrás de Ángel Francisco Parra, lo que apenas fue el preámbulo de lo que vendría después: 16 “Casquillos de Oro”, premio que se otorga al líder en victorias.
Retiro y retorno
Tras ganar la estadística de 1.992 un trágico suceso precipitó que Tovar tomara la decisión de retirarse: la muerte de su pequeña hija, producto de una enfermedad incurable.
Tres años después, convencido por uno de sus hijos menores, quien nunca le había visto correr, el gran campeón decidio regresar a la actividad en las pistas, en las que se mantendría hasta 1.998, cuando decidió abandonar el mundo de las carreras de caballo como jockey por segunda y definitiva ocasión.
Así fue Juan Vicente Tovar, un hombre cuyo primer “Casquillo de Oro” era sostenido en la pared de su hogar por el clavo que le extrajeron de la pierna lesionada en 1975.
J.V. Tovar en cifras
3 Triunfos históricos. Randy, Mon Coquette y Don Fabián son los ejemplares con los que Tovar brilló en 1990 en la llamada Serie del Caribe del Hipismo. Con los dos primeros ganó las versiones masculina y femenina del Confraternidad, con el otro el Clásico del Caribe.
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