Diario Uno – Mendoza,Argentina
por Raúl Adriazola
22:57 TurfEl zaino malargüino y el alazán riojano ganaron los clásicos Clausura de Cuadreras e Hipódromo de Mendoza con las montas de Bascuñan y Campanello respectivamente.
Diciembre 6, 2009
Yaguaron, con la monta de Manuel Bascuñán, se alzó con el Clásico Clausura de Caudreras 2009.
Yaguaron, con la monta de Manuel Bascuñán, se alzó con el Clásico Clausura de Caudreras 2009.
Con doce espectaculares carreras se llevó a cabo la 19ª reunión del año, la penúltima, donde el Hipódromo de Mendoza se vio desbordado por una multitud de aficionados provenientes de toda la provincia, que llegaron al circo hípico local a vivir una fiesta de carreras de velocidad pura.
En el primer clásico que se disputó, la 10ª prueba, sobre 350m, Yaguarón demostró su calidad, bajo la monta de Manuel Bascuñán, ante la dura resistencia de dos contendientes de primer nivel, especialmente de Don Leoncio, que derrotó al pingo sureño en el clásico cuadrero del Vendimia.
Pero el domingo fue todo para el zaino cuidado por López, que ni bien arrancó, dejó el centro de la pista y se mandó hacia los palos, para llegar al disco con varios cuerpos cuerpos de ventaja y su jockey parado sobre los estribos, festejando previamente a la llegada, e igualando el record de la distancia (19s 4/5).
En la carrera siguiente, la otra prueba principal, todo lo bueno vivido hasta ese momento, una fiesta “burrera” sin igual y con un inusual movimiento en las boleterías (casi dupliclando la cantidad de boletos jugados en otras reuniones).
De entrada Eliseo no pudo ser controlado en la gatera, e incluso tiró a su jockey, José Luís Campanello. El starter decidió hacer salir a todos los competidores e intentar de nuevo el enjaule.
Nuevamente ingresado a los partidores, el alazán riojano, volvió a hecer de las suyas, Campanello se tuvo que desmontar varias veces, lo que motivó silvidos y protestas.
Cuando se pudo largar la carrera, Gran Defensa, con el número 2, le cerró la trayectoria al número 1, que iba por adentro junto a los palos, y ambos se estorbaron.
Por afuera y lejos de todo obstáculo, Eliseo tomó la vanguardia, y Campanello, meta lonja y talón, se fue a la línea de sentencia, donde llegó con varios cuerpos de distancia.
El triunfo desató el festejo de los seguidores del riojano, y la furia de los perdedores, que se fueron a la zona de premiación protestando desmedidamente, e incluso llegaron a amenazar e intentar agredir al jockey ganador.
Un triste y absurdo final para una jornada que comenzó como una fiesta auténtica.
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