Noviembre 23, 2009
ND.- Mario Cardozo cuestiona en su artículo de este lunes, que las autoridades nacionales no hayan actuado para lograr la eliminación definitiva de las bandas delictivas organizadas del juego ilegal en el hipismo. Cardozo revela que estas bandas producen cada semana 32.000 millardos de bolívares sin invertir un centavo y sin riesgo alguno.
No se sabe qué están esperando las autoridades nacionales para intervenir en esta cruzada que permita el combate frontal para la eliminación definitiva de las bandas delictivas organizadas del juego ilegal, que producen cada semana 32.000 millardos de bolívares sin invertir un centavo y sin riesgo alguno. Cálculos conservadores estiman que la proporción entre la jugada que patrocina el INH y la ilegal es de 4 a 1 a favor de la delincuencia, ante la mirada indiferente de los organismos encargados de impartir justicia. Se trata de un problema de estado que ha alcanzado cifras alarmantes. Es algo que desde hace mucho tiempo han debido actuar por oficio dichas autoridades de oídos sordos.
Apenas el Instituto Nacional de Hipódromos arreció la persecución de irregularidades ocurridas en carreras, con la intención de combatir la jugada ilegal, se produjo la reacción de los hampones que manejan la apuesta fuera de ley, cada día en crecimiento. La primera acción fue agredir a los funcionarios don Henrique Pérez Betancourt, comisario residente de La Rinconada y Jesús Hernández, director de actividades hípicas. Una lluvia de balas cayó sobre el vehículo donde se desplazaban. Está descartado que el móvil haya sido el atraco o el secuestro. Son un par de limpios que viven de su trabajo. Los hampones agresores guardaron cierta distancia de los agredidos Pero a estos funcionarios no les tiembla el pulso cuando se trata de aplicar los reglamentos que rigen el espectáculo hípico. Esa es la línea que le han fijado las máximas autoridades del hipismo nacional.
Esa cobarde agresión ha seguido acompañada con una serie de llamadas telefónicas a funcionarios que cumplen elevadas funciones en el INH. Las amenazas van desde secuestro de familiares hasta quitarles la vida si prosiguen las investigaciones.
La prohibición de las bebidas alcohólicas en Estados Unidos dio paso a la creación de numerosas bandas, como sucede aquí con el juego ilegal, que se disputaban el negocio. Pero indudablemente que corrían muchos riesgos desde la fabricación clandestina del alcohol, elaboración del producto, transporte, importación, exportación y la venta del licor. Al aplicar la Ley seca con la prohibición de la venta y consumo de bebidas alcohólicas, eliminando la oferta creció la demanda, generando el mercado negro. De esa manera introducían ilegalmente las bebidas alcohólicas a un precio más elevado que antes de la prohibición dictada en reforma a la Constitución de los Estados Unidos mediante una enmienda. En esa forma se produjo el auge del crimen organizado, como el que funciona aquí con las carreras de caballos.
Ambas son actividades fuera de la ley. La diferencia entre aquellos hampones y los de la jugada ilegal en Venezuela está que los gringos tenían que elaborar o adquirir el producto y comercializarlo de manera ilegal. Los delincuentes nacionales se apoderan de las carreras que financia el INH y al parecer arreglan algunas utilizando complicidad interna. Se roban la señal de televisión que distribuye el espectáculo hípico y hacen sus sucios negocios sin invertir absolutamente nada.
Como hemos comentado anteriormente la jugada ilegal en nuestro país fue organizada por el economista Reinaldo Story Natera, pues ya existía desde el comienza de la hípica. Story lo planteó como problema de excesivos impuestos que dejaban poco provecho para el apostador. Creó el “Banco Suizo” asignando puestos del primero al quinto. Luego lo ampliaron y aplicaron el veneno para los resultados. Muchas llegadas fueron modificadas del sexto al último para favorecer apuestas por medio del soborno. Eso fue lo que calificó Mario Mauriello como apuesta entre dos amigos. Pero comenzó a funcionar la trampa para ganar con ventaja. Cuando vieron con la facilidad que conseguían sus propósitos dolosos tentaron a jinetes y algunos se metieron en la mafia. Prueba de ello las numerosas suspensiones por negligencia en la conducción de ejemplares en carreras, que aplican los cmisarios en los tres hipódromos.
Luego fueron más allá, se metieron con el presunto arreglo de carreras. De antemano circulaba que determinada carrera estaba arreglada para tal ejemplar y se producía su triunfo. Los profetas del desastre, que no son otros que los voceros de los mafiosos incrustado en algunos programa de radios, con razón o sin ella pusieron en vigencia los ejemplares “que no estaban en nada”, “los muertos” “los formoleados”, “los dormidos”. Siempre con el propósito de confundir al apostador. De desinformar de manera perversa. Todas estas cosas se producen pero no por obra y gracia del espíritu santo. Para que estas vagabunderías rindieran su efecto siempre ha funcionado la complicidad interna ¿Cuántos ejemplares han sido arruinados para seguir campaña y cuántos han sido muertos por la mano criminal de los mafiosos y sus secuaces?
Las autoridades hípicas están haciendo un esfuerzo al combatir la jugada ilegal con los pocos recursos que tienen pero no es suficiente. Necesitan el apoyo del gobierno nacional por intermedio de los organismos que combaten y previenen el delito. En primer término la Fiscalía General de la República debe designar fiscales que apoyen las investigaciones que lleva adelante el INH. El Ministerio de Interior y Justicia, garante de la seguridad ciudadana, debe investigar la proliferación de bandas delictivas que manejan la jugada ilegal a su libre albedrío y ya cometieron un atentado en contra de dos funcionarios del INH. Amenazando luego a otros funcionarios.
Las bandas estadounidenses que traficaban con el alcohol fueron detectadas y apresadas mediante persecución fiscal. Así pueden llegar hasta los capos mafiosos de Venezuela. Si no tenemos San Quintín, tenemos la Isla del Burro que los puede recibir para que pasen una buena temporada allá estos delincuentes. Estos hampones del hipismo. El Seniat tiene esta tarea por delante pero cada vez que le tocan el tema dicen que examinarán los centros hípicos. No todos los centros hípicos están ligados a la apuesta ilegal. A ello lo debe llevar la investigación. Si es que la hacen. La Policía Científica tiene entre sus obligaciones combatir el delito y en este campo hípico se está cometiendo delito continuado que produce a las bandas 32.000 millardos cada semana. La Policía Política cuenta con indicios como es la contribución de la mafia a la iglesia católica en el Zulia, que la hay o la hubo. Más cuando se sabe que los curas reciben cuantiosos recursos del estado. También que los mafiosos han intervenido en campañas políticas con aportes de dinero significativo proveniente del delito.
Visite: www.observador hípico.com
mario_cardozo2002@interlink.net.ve
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