El Día de Córdoba
Córdoba Ecuestre, dispuesta a apoyar el planteamiento sólo si hay caballos día y noche · Tejada niega que se haya llegado a acuerdo alguno en torno a una estabulación constante de equinos en la zona
Una cierta ceremonia de la confusión reina sobre el plan especial de Caballerizas Reales. La entidad Córdoba Ecuestre, que preside Rafael Blanco, trasladó ayer como hechos consumados el resultado de las negociaciones entre los grupos municipales de IU y PSOE, desmentidos inmediatamente por la Gerencia Municipal de Urbanismo, dirigida por Francisco Tejada (IU). José Luis Ramírez, vicepresidente de Córdoba Ecuestre, informó de que, de las conversaciones en marcha, aún no concluidas, se deduce que IU habría aceptado la presencia permanente de caballos mediante la creación de unas cuadras que funcionasen día y noche, 365 al año. La entidad considera que éste es el elemento sustancial y principal sobre el que pivota su apoyo al proyecto dado que, en caso contrario, sería impensable poder realizar una actividad ecuestre constante formalizada en torno al Centro Internacional del Caballo. «Este elemento es sine qua non», dijo sobre un acuerdo «que podría cerrarse el lunes».
El teniente de alcalde de Urbanismo negó que él haya acordado la existencia de cuadras aunque sí el reaprovechamiento de lo construido con los proyectos que en su momento se presenten. Entiende Urbanismo que con la legislación sectorial en la mano, que no es materia específica de la Gerencia, no es viable establecer unas cuadras permanentes y que las condiciones expresadas en el documento son suficientes para desarrollar una actividad ecuestre permanente.
Según Ramírez, las cuadras estarían ubicadas sobre las distintas construcciones que se han venido usando en la huerta de Caballerizas, en la vertiente del solar más cercana al Guadalquivir y más alejado del Alcázar Viejo. El plan presentado por Francisco Tejada apostaba inicialmente por el derribo de todos estos elementos y el permiso para construir unos graderíos sobre la huella de una antigua nave, que mide unos 1.000 metros cuadrados de superficie. Delante de estos graderíos se establece la creación de dos pistas de albero para la evolución de los espectáculos ecuestres, aunque ni siquiera se plantea techarlo ante la imposibilidad de cimentar. Los restos arqueológicos, parece ser, se encuentran un metro por debajo de la superficie.
José Luis Ramírez negó ayer que exista ningún impedimento para disponer la presencia de una cuadra en Caballerizas, como explica que en estos momentos la Policía Local tenga sus monturas en ese espacio. Córdoba Ecuestre «ni se plantea» trasladarse al zoológico, como mantiene el proyecto de plan especial. Existe en primer lugar una razón de filosofía: para esta entidad, es muy positivo cultural y turísticamente que los equinos tengan una presencia constante en la zona. Además, un problema operativo: no es viable trabajar de esa manera. Córdoba Ecuestre aduce que las Caballerizas Reales disponen de su clave oficial de explotación ganadera, reconocida oficialmente, y con autorización para un número considerable de animales.
El segundo elemento que se da por sentado en Córdoba Ecuestre es que se renuncia a la construcción de un picadero cubierto de nueva planta ante la presencia de restos arqueológicos, lo que implica también decir adiós a la madre del cordero del acuerdo de Pleno que fijó el plan de usos para las Caballerizas Reales. A cambio, Ramírez aseguró que se establecerá una unión entre el actual picadero del edificio histórico y la estancia del guadarnés, ahora mismo comunicadas por un hueco que desaparecería para la creación de un graderío para 200 espectadores. Hay que precisar que Urbanismo confirma este hecho. Existe un pero. La actual normativa permite ampliar el hueco pero no sumar las dos estancias. Dado que lo que se propone es una desprotección del guadarnés, un elemento sin valor artístico (tiene techo de chapa), será la Consejería de Cultura la que tenga la última palabra. Las fuentes consultadas por este periódico temen que no superará el informe de Patrimonio. El tercer elemento, si se quiere de carácter menor, es el cambio de ubicación de la gran palmera del patio central de Caballerizas con el objetivo de permitir el desarrollo de espectáculos en esta zona noble del recinto, algo sobre lo que no existe debate alguno.
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