Diario Uno
Se trata de equinos criados para jugar al polo y fueron sustraídos de una finca de Lavalle. Según los investigadores, el destino de estos caros animales es la faena.
Por Leonardo Otamendi
Un polista mendocino fue víctima del robo de siete caballos con los que practica su deporte. Fueron sustraídos de una finca de Lavalle. Por la experiencia de los investigadores en este tipo de hechos, los animales -aseguraron- son faenados.
Los caballos de polo son preparados especialmente para esta actividad y por lo tanto tienen un valor elevado. Requieren cuidados específicos que son brindados por una persona capacitada en el desarrollo de estos animales.
El polista Guillermo Cucurella tenía sus caballos en la finca La Soledad, ubicada en calle La Solita. Como si fuese una ironía del destino, el equipo en el que juega al polo se llama Los Bandidos.
Aunque el hecho trascendió este jueves ocurrió el pasado 31 de enero. Alrededor de las 7 de la mañana, el encargado de la finca se levantó. Durante la madrugada había llovido. Había mucho barro. Se dirigió hacia el corral y se sorprendió al advertir que faltaban tres caballos y cuatro yeguas.
Según consta en la denuncia, los ladrones se llevaron un alazán, un zaino, un bayo con tusa y cola negra, una zaina oscura y otra colorada, una alazana y una baya gateada.
El robo se produjo durante la madrugada y los caballos fueron llevados por calle La Solita. Las huellas no perduraron ya que, según explicaron los pesquisas, la lluvia que cayó produjo mucho barro.
Estos investigadores contaron que en Lavalle son comunes los robos de caballos y aunque estos sustraídos a Cucurella son de polo, van a tener, posiblemente, el mismo destino que los demás: la faena.
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